miércoles, 10 de octubre de 2012



Despertar semi borracha, molida, chascona, con olor a cigarro a pesar de llevar poca ropa, el recuerdo de haber tenido una buena noche, una buena charla, haber bebido con mesura al principio y algo de desfachatez al final siempre me hace sonreír un sábado por la mañana. Pero realmente me gusta más cuando mi novio está durmiendo a mi lado con el mismo olor a cigarro, la misma semi borrachera y la misma cantidad de ropa que yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y el resto?
¿O hay que imaginarlo no más?

Unknown dijo...


Es interesante como trabaja la imaginación, aunque no sé qué tanto quede para ella.